Antes de la salida del sol, el largo brazo del espíritu del mar entra a la montaña por Los Hondones.

Como un río fantasma en dirección equivocada.
Su cauce de luz azul brillante , alimentado por las espesas y espectrales nieblas, se convierten en preciosos velos...
Creando cortinas mágicas que en poco tiempo volverán nuevamente a desvanecerse...
Barbarroja 15/05/2013
06:22